La arrogancia

Esteban Montilla | 1 julio, 2015

Saludos deseándoles lo mejor para este día. Un día donde hablemos y actuemos sin vestigios de soberbia. La arrogancia se ve como una exageración de la confianza que se tenga en las competencias propias. Por lo general estas apreciaciones desmedidas acerca de quien se es llevan a la necesidad de depreciar a las demás personas. Los griegos sugerían que la arrogancia abre la puerta para pensar que se es dios o superior a los demás mortales. Esta actitud de altivez fácil lleva al aislamiento y puede preparar el camino para una enfermedad mental.

La invitación es entonces a dar lo mejor de nosotros reconociendo las fortalezas que tenemos pero bajo ninguna circunstancia llegar a pensar que somos superiores. Nuestra manera de ver la vida puede ser importante y distinta pero no la mejor ni la superior. Hoy una vez más le decimos si a la humildad.