Declaración de fe.

  1. Creemos en un solo Dios, creador y sustentador del cielo y de la tierra y de todas las cosas visibles e invisibles.
  2. Creemos en Jesucristo como Hijo de Dios, Salvador y Redentor, quien vivió, murió y resucitó para reconciliarnos, darnos vida, esperanza y que regresará en persona a la tierra con poder y gloria, para establecer su reino de justicia y paz.
  3. Creemos en el ministerio presente del Espíritu Santo, que mora como obra redentora en el ser humano, que ofrece capacidad para vivir una vida dedicada, santa y abundante en gracia.
  4. Creemos en la resurrección de los fieles quienes acepten el don de la vida eterna ofrecido por el Dios Viviente.
  5. Creemos que el amor de Dios vence toda maldad y que el pecado dejará de ser, porque el Reino de Dios será para siempre.
  6. Creemos en el Reino de Dios como un estilo de vida, que refleja su justicia, gracia, paz, humildad, y amor, siendo una realidad de hoy y del mañana.
  7. Creemos que es responsabilidad de todos los seres humanos, cuidar, preservar y mejorar la flora, la fauna y el resto del mundo natural, como obra de la mano de Dios.
  8. Creemos que nuestro Dios nos creo para vivir en comunidad, para compartir, para vivir en comunión y para ser colaboradores con Él en la redención del mundo.
  9. Creemos que el ser humano, fue creado igual hombre y mujer, a imagen y semejanza de Dios, con derechos y privilegios que son inalienables, sagrados e imprescriptibles.
  10. Creemos en los Escritos Sagrados como inspirados de Dios, como regla de fe y de práctica contextualizada, sin quitar, agregar, ni modificar su contenido.
  11. Creemos en la diversidad, en la heterogeneidad de ideas y de colores pero teniendo como primer cometido la unidad en el espíritu que lleva a vivir en humildad, a hacer justicia y a ser fieles a los planes y sueños de nuestro Dios. Por esto respetamos el valor de otros sistemas de fe y creencias propios de una sociedad pluralista.
  12. Creemos que el ser humano fue creado con la capacidad de crecer, de desplegarse y desarrollar su potencial físico, mental, social y espiritual, así mismo sostenemos que el papel de la iglesia es preparar el ambiente para que este despliegue sea posible.