La explotación

Esteban Montilla | 4 julio, 2015

Saludos deseándoles un feliz día. Un día donde estemos atentos para evitar la explotación humana en cualquiera de sus fases. La idea de utilizar a un ser humano para satisfacer necesidades e incrementar ganancias personales es un fenómeno muy antiguo. El ejemplo más común de explotación humana que nosotros hemos inventado es la esclavitud donde una persona por su poder económico o posición de dominancia social decide suspender todo derecho de la otra persona y lo convierte en una pertenencia.

La explotación humana ocurre de muchas formas incluyendo la sexual donde se usa a la persona meramente como un objeto de recreación sin considerar su dignidad. La explotación laboral es también muy común cuando se violan los derechos de un trabajador y no se le recompensa proporcional al esfuerzo que pone para generar el bien o producto. La explotación en las relaciones de pareja y familia ocurre cuando solo una persona del grupo se beneficia y los demás miembros son negativamente afectados. Este parasitismo relacional al final termina destruyendo al grupo entero. Hoy pues celebramos la dignidad humana reconociendo que cada persona fue creada a imagen y semejanza de Dios por lo tanto tiene una voz, derechos, libertad y poder.